Bebés y pies fríos

¿Sabes por qué los bebés suelen tener los pies fríos?

Los bebés suelen tener los pies y las manos frías por la inmadurez de su sistema circulatorio y no necesariamente ellos tienen frío.

Su corazón es aún muy pequeño y los capilares muy finos, por lo que la sangre no tiene fuerza para llegar a las partes más distales del cuerpo. A medida que su sistema circulatorio madure, la temperatura de sus extremidades aumentará.

El calor se concentra en el centro de su cuerpo, que es donde están los órganos vitales y están en pleno desarrollo, aparte de que el trabajo de digerir la comida hace que la mayor parte del flujo sanguíneo vaya al estómago del bebé.

Además, la actividad de un bebé es baja, no realiza grandes movimientos (su vida se basa en comer y dormir), por lo que tiene menos flujo sanguíneo hacia sus extremidades y por lo tanto están más frías. A medida que el bebé comience a estar más horas despierto y moverse más, sus pies se calentarán.

Para comprobar la temperatura de un bebé hay que poner la mano entres su cuello y su espalda. Si el torso está caliente, pero tiene los pies fríos, no hay que abrigarle con más ropa, basta con ponerle unos calcetines.

Si el bebé además de tener los pies y las manos frías, tiene los labios azules y/o manchas azules por el cuerpo, consulta con su pediatra. Puede haber un problema de circulación.

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